23 de septiembre de 2019
ETAPA 7
VIANA DO CASTELO-VIGO
85,50
Séptimo día. Hoy
entraremos en España. Ese es el pensamiento con el que me levanto más los
dolores del hombro que me han hecho pasar una mala noche. La habitación parece
una enfermería, Óscar haciéndose las curas a su gemelo y revisándome mi ceja.
Mientras tanto, una buena aplicación de radio salil al hombro para calentarlo nos lleva al momento del desayuno.
Dejamos la Posada de Viana do Castelo cuando
ya ha amanecido. Arrancamos sin track en los gps. Tan sólo nos faltan unos 26
kilómetros para llegar al Miño, y la mayor parte son carriles bici y carretera;
además, tenemos la señalización del Camino de Santiago que nos sirve de guía.
Al llegar a la costa,
prefiero continuar por carretera y por un buen carril bici antes que hacerlo
por el camino pegado a la costa durante seis kilómetros. No le conocemos y no
quiero aventurarme a tener que rodar por terreno complicado que perjudique mi
hombro.
El trayecto que traemos
preparado para entrar en España es pasar por Caminha y continuar hasta Vilanova de Cerveira
donde atravesaremos el río Miño para llegar a Tui. Desde ahí, seguiremos el
Camino Portugués por Galicia. Pero desde que salimos de Madrid no descartamos la segunda y atractiva opción que implica tener que coger un ferry
en Caminha y cruzar el Miño hasta La Guardia. Si fuera posible, cambiaríamos el
itinerario en Galicia y subiríamos hasta Redondela por toda la costa. El problema
le tenemos porque hoy es lunes y es el día de descanso de los ferrys. Pero no nos
desanimamos.
Parece que las bicicletas
tienen ganas de rodar por suelo español y nos llevan a buen ritmo. Pronto vemos
las inmensas aguas del río Miño en su desembocadura y llegamos a Caminha. ¡Hay que
preguntar! Vemos Galicia al otro lado y es muy tentadora la idea de pedalear por la
costa gallega.
Efectivamente, nos dicen
en un bar del puerto que los ferrys no funcionan los lunes pero que ¡disponen
de un taxi-lancha que nos puede llevar! No sé de qué está hablando la amable
mujer, pero suena bien llegar a La Guardia. No pierdo tiempo y arranco el gps
con el track del camino gallego por la costa. Le trajimos por si la suerte nos
acompañaba. Y sí, hoy el Camino nos ha dado una alegría. Un café y nos
disponemos a subir las bicicletas a “una pequeña lancha”. Para poder entrar, debemos desmontar las alforjas y acoplarlas por los huecos que quedan
libres. El potente ruido del motor fueraborda nos sorprende, sujetamos las
bicicletas y cruzamos el río Miño.
Creo que éste es uno de los momentos especiales del Camino. Dejamos atrás Portugal con sus bellos paisajes y enormes playas y entramos en España con la sensación de hacerlo como inmigrantes ilegales en patera peregrina. Es muy extraño, pero no creo que olvide el momento de atravesar el río Miño.
En muelle español |
La Guardia |
Con esa alegría de saber que vamos a continuar pegados a la costa, disfrutando de los paisajes que nos brinda el Océano Atlántico, bordemos La Guardia, sin subir al Monte de Santa Tecla, y nos detenemos en un bonito mirador para llevarnos unas fotos de recuerdo.
El camino que se nos presenta a partir de ahora es una maravilla. Un buen carril-bici junto a la costa y a la PO-552, divisando al embravecido océano, sus pequeña y rocosas playas y con un viento aceptable- El paisaje ha cambiado y en vez de enormes playas tenemos pequeñas calas en una costa más agreste.
Todo el recorrido es bastante llano y con buen firme, lo que beneficia a mi hombro, Las vistas son espectaculares y nos acompaña en todo momento un mar encrespado. Llegamos a una pequeña y bonita localidad llamada Oia. Nos llevamos el recuerdo de su sello en nuestras credenciales y unas fotos del Monaterio de Santa María de Oia.
El viento empieza a apretar y el cielo se cierra. Espero que no nos caiga agua y podamos llegar a nuestro desconocido destino. Todo el tramo español de nuestro nuevo itinerario no está organizado en cuanto a los posibles albergues y finales de etapa. Por lo que aún no sabemos donde acabaremos. Mientras tanto, más paisajes y más fotos. Estamos en Galicia y rodamos por el Camino Portugués por la costa.
Más kilómetros junto a la costa y el viento empieza a endurecerse. Nos aproximamos a la Ría de Vigo y nos encontramos con la presencia a nuestra izquierda de las Islas Cíes. Este Camino es una preciosidad.
Poco falta para llegar a un posible destino para acabar esta etapa. La turística localidad de Bayona nos recibe con poca gente por la zona de la Fortaleza de Monterreal y de su marina. El tiempo no está para pasear. Barrunta tormenta. Aún así, unas fotos hay que hacerlas.
Decidimos hacer una parada en la Playa Ladeira de Bayona y hacer uso de unos servicios públicos para aligerar líquidos.
Y entonces ocurre lo de siempre. La euforia es mala consejera. Y a los ciclistas nos pierde la boca. La frase "...no hay huevos a terminar en Vigo..." implica que acabaramos en Vigo. Qué quién lo dijo, pues ahora no lo recuerdo. Tan sólo sé que empezamos a tirar de móviles para buscar albergues hasta conseguir uno. ¡Y a seguir pedaleando hasta Vigo!.
Lo hacemos por carriles bici y carreteras pasando por muchos núcleos urbanos que se van sucediendo sin saber cuando entras o sales de una localidad. Pasamos por debajo de la VG-20 y nos adentramos en un pequeño parque lineal, junto a un polígono industrial, que nos va a meter en Vigo.
Y así entramos en las calles de Vigo, siguiendo el recorrido que nos dice Google para llegar al albergue, pasando antes por el campo de fútbol del Celta, el Estadio de Balaidos.
Si lo hacemos a posta no hubiéramos encontrado un albergue en la zona más alta de Vigo. Nos toca subir por la Avenida de la Gran Vía casi hasta la Plaza de España y a punto de llover.
Plaza de España (Vigo) |
Hoy dormiremos en el albergue Kaps Hostel Vigo. Un enorme edificio acristalado con grandes espacios minimalistas y una tranquila habitación con baño para los tres. Después de la ducha, una buena comida casera en un restaurante cercano nos deja la tarde libre para pasear y comprar la cena y el desayuno de mañana.
Qué gran día el de hoy, entrar en España en lancha, bordear Galicia por la costa y finalizar en Vigo sin llover. La pierna de Óscar y mi hombro nos van dejando continuar, a pesar de que no me deja hacer muchos movimientos. Hoy sí han llegado las bicicletas "niquelás", Ahora, a dormir. Dos días más y el Camino estará acabado.
DATOS DEL RECORRIDO:
Total kilómetros: 85,50 km
Velocidad media en movimiento: 18,90 km/h
Velocidad máxima: 40 km/h
Altitud máxima: 93 m.
Altitud mínima: 4 m.
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Relive 'Morning Sep 23rd'
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