17 de septiembre de 2019
ETAPA 1
LISBOA-ERICEIRA
64,80 km.
Como resortes nos levantamos a las 06:30 horas. Cada uno habrá dormido lo que su cuerpo le ha dejado, más bien poco. Los fiesteros de la noche siguen dormidos. Sacamos las alforjas de la habitación y despachamos un tranquilo desayuno antes de iniciar nuestro Camino. Cuando montamos todo el material en las bicicletas llega el momento de empezar a dar pedales. Ese instante es especial, todos los años sucede lo mismo. Arrancas un nuevo camino sin saber lo que te vas a encontrar, lo que vas a ver, por donde vas a rodar, donde comerás, etc. Un saludo animoso y cierta tensión en los fríos cuerpos nos ponen en marcha.
Bajamos hasta el puerto ¿del río? ¿del mar?. La verdad que el inmenso cauce de la desembocadura del río Tajo te confunde. Pero hoy no vamos a tener la oportunidad de disfrutar de sus paisajes. La humedad es increíble, enorme. Nos chorrean gotas por los cascos. Una densa niebla nos acompaña y nos impide ver el agua a pesar de estar a su lado.
Un tranquilo paseo con escasa visibilidad nos hace pasar junto a varias marinas que divisamos con dificultad. El cruce con deportistas madrugadores es constante, pero se les aprecia cuando ya están muy cerca. En estas condiciones vamos dejando atrás Lisboa y nos plantamos junto al Monumento a los Descubrimientos sin haberlo visto con antelación.
Sin darte cuenta, te notas empapado y no llueve. La densa niebla nos dificulta la visión completa de este bonito monumento. Continuamos la marcha sin apenas visibilidad. Lentamente nos aproximamos a la emblemática Torre de Belem, la cual vemos cuando estamos junto a ella. Durante el tiempo que estuvimos junto a la Torre, la niebla comenzó a elevarse y nos permitió algo más de visibilidad.
Con algo más de visibilidad continuamos pedaleando sobre carriles bici, aceras o carriles de servicio, pero siempre con el agua a nuestra izquierda. El problema es que durante todo este recorrido se suben y bajan muchos bordillos y se nos presenta el primer contratiempo del día. Una de las ruedas de Óscar acaba sin aire y hay que repararla.aprovecho la ocasión para llevarnos un recuerdo de la Playa de la Torre y del Fuerte de San Julián de Barra.
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| Playa de la Torra y Fuerte de San Julián de Barra |
Solucionado este pequeño problema, seguimos la marcha con un Sol que ya calienta. Vamos intentando no coger la concurrida carretera de dos carriles que tenemos a nuestro lado, debiendo ir alternando las aceras. Reconozco que este tramo se me hace un poco pesado, aunque seguro. Bastantes kilómetros así hasta que llegamos a nuestro desvío, junto al Casino de Estoril, para subir a Sintra.
A partir de aquí hay que circular por calles y carreteras para enlazar con la que nos llevará hasta la bonita y concurrida localidad de Sintra. Pero para ello, las piernas tienen que sufrir esta primera tachuela con un terreno siempre ascendente. Una primera parada junto a la Iglesia de San Pedro para intentar conseguir un sello en nuestras credenciales, y nos vamos como llegamos, sin sello.
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| Iglesia de San Pedro (Sintra) |
Continuamos con
una fuerte subida para llegar hasta el centro de Sintra, completamente lleno de
turistas. Una parada junto al Palacio Nacional de Sintra para llevarnos unas
fotos e intentar que nos sellen las credenciales. En este momento descubrimos dos
cosas. La primera, que la figura del peregrino les es completamente
desconocida, no consiguiendo un sello en el Palacio. Y la segunda, la
curiosidad de tienen los turistas extranjeros hacia nosotros y nuestras
bicicletas, siendo objetivo de sus cámaras.
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| Palacio Nacional de Sintra |
Como nos indica el Estatuto del Ciclista, es el momento de reponer líquidos con bebidas isotónicas y algún alimento sólido antes de reanudar la marcha.
Demasiado tiempo llevamos perdido. Esta primera etapa nos la estamos tomando con excesiva tranquilidad, pero no tenemos ninguna prisa. Antes de continuar la marcha, descartamos subir hasta el Palacio de la Pena. Evitamos darnos la paliza para llegar a sus puertas y no poder pasar con las bicicleta, aunque a nivel particular, ya lo conocíamos. Lo que sí hacemos es sellar en la Oficina de Turismo de Sintra, donde se confirman nuestras sospechas de que desconocen el sistema de viaje de los peregrinos y se sorprenden cuando les requieres un sello. Nos estampan el primero que pillan que no lo entienden ni ellos. Tendremos que irnos acostumbrando.
Proseguimos nuestro camino, aunque salir de Sintra es algo complejo teniendo que rodar y bajar a pie por empinados caminos escalonados. Estamos en el Parque Natural de Sintra-Cascais y esta zona no es llana.
La idea que preconcebí de esta etapa era que, tras subir a Sintra, el resto del recorrido hasta llegar a la costa iba a ser de bajada. ¡¡Qué iluso!!. Un respiro al principio y constantes subidas y bajadas durante muchos kilómetros, todos ellos por carretera, dejando atrás el Parque Natural y atravesando pequeñas localidades.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y al final llegamos a la costa que nos recibe con un precioso paisaje de acantilados, playas y aficionados al surf esperando la llegada de las olas. Estamos llegando a Ericeira, localidad que se autodenomina centro mundial del surf.
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| Playa de la Foz de Lisandro |
La etapa prácticamente está acabada, tan solo nos queda llegar a Ericeira, donde localizamos nuestro albergue a la entrada de la localidad. Hoy nos vamos a alojar en el Hostel & Surf Camp 55, pero este tipo de alojamientos no están controlados las 24 horas por hospitaleros, y debemos irnos a comer para esperar que abran la recepción y hacer el checking. A la vuelta, comprobamos el desconocimiento que tienen sobre la necesidad de tener que ir sellando las credenciales. No tienen sello, pero nos emplazan a la tarde para traer uno.
Otro albergue lleno de gente muy joven. Las bicicletas las dejamos donde guardan las tablas de surf y los neoprenos cuelgan de las cuerdas. Disponemos de una habitación tripe con baño y terraza. Después de lavar y tender la ropa, toca paseo con la clara intención de "mojarnos". La playa la tenemos frente al albergue, aunque hay que dar un pequeño rodeo. Es la Playa del Sur. Hace calor y llevamos puesto los bañadores. Esta mezcla solo tiene un final: un baño genial en estas frescas y profundas aguas.
Un lujo para un peregrino. Bañarte en el mar. Gran recuerdo de este primer día. Ahora toca comprar algo de cena y de desayuno para mañana. Cerramos el día con un regalazo en forma de puesta de Sol. Las dos siguientes imágenes están tomadas desde nuestro albergue.
Se acabó nuestra primera etapa. Mucho tiempo invertido en acabarla, con demasiadas paradas y a un ritmo muy lento para salir de Lisboa. Pero no nos vamos a agobiar el primer día. Se llega cuando se puede y se disfruta de cada momento. Ya estamos en la costa, veremos que nos encontramos mañana.
DATOS DEL RECORRIDO:
Total kilómetros: 64,80 km
Velocidad media en movimiento: 14,60 km/h
Velocidad máxima: 52 km/h
Altitud máxima: 309 m.
Altitud mínima: 0 m.
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