ETAPA 3

19 de septiembre de 2019


ETAPA 3

PLAYA DE BALEAL NORTE-SAN PEDRO MOEL

79,40 km.





Dejamos dormir  a la inglesita y preparamos todo el material y la ropa en la planta baja. Un desayuno caliente, y en marcha. A diferencia con el horario español, una hora de adelanto significa salir de día. Las dos primeras etapas nos hicieron rodar por carreteras; pero hoy, el Camino nos sorprende. Nada más dejar el Albergue entramos en una ancha pista de arena que nos va a llevar hasta la lujosa localidad de Playa del Rey, repleta de campos de golf.

Cuando volvemos a entrar en las calles de esta localidad pienso si ha sido bueno pedalear por estos caminos. La tierra estaba muy suelta y seca y era algo rojiza y arcillosa. El resultado ha sido una gran suciedad en toda las transmisiones de las bicicletas, lo que nos va a obligar a buscar un lugar para lavarlas.

Al poco de dejar Playa del Rey nos vemos dejando la costa y pedaleando hacia el interior con las fuertes cuestas que ya no nos sorprenden. El motivo es dar un gran rodeo al Lago de Óbidos, formado por una especie de golfo de boca estrecha pero extenso hacia el interior. 

Rebasado el Lago de Óbidos y dejando atrás la localidad de Foz de Arelho, pedaleamos en busca de nuestro segundo desayuno. Una enorme playa con forma de concha nos recibe y descansamos un rato en la localidad que le da su nombre: San Martinho de Porto. Una preciosa playa que, para ver su espectacularidad, hay que admirarla a vista de pájaro. Por ahora nuestras bicicletas no se despegan del suelo, por eso he hecho una captura de pantalla del móvil para entender lo que trato de explicar.




Unas cuantas fotos de la playa antes de desayunar por cortesía de algunos turistas que pasean por esta tranquila playa, y un café caliente para templar el cuerpo y poder seguir pedaleando.








Proseguimos la marcha llevándonos, por fin, un sello en nuestras credenciales de la Oficina Postal de la localidad y nos dirigimos a uno de los lugares más turísticos de esta zona: Nazaré.

Nos cuenta un paisano que existe un camino por la costa para llegar a Nazaré, pero no nos fiamos. Posiblemente sea un precioso camino, pero la posibilidad de que no sea ciclable nos decide continuar por la carretera.

Llegamos al puerto de Nazaré y rodamos hasta el pequeño faro para contemplar la vista de su playa y de la situación del casco antiguo sobre los acantilados. Hoy el mar está en calma, pero esta localidad se caracteriza por las gigantescas olas que se producen en invierno, catalogadas como de las más grandes del mundo pudiendo superar los 30 metros.






Playa de Nazaré


Faro de Nazaré







Todavía nos faltan más de 20 kilómetros para acabar la etapa y se nos echa la hora de comer. Tantas paradas y tantas fotografías nos hacen perder mucho tiempo. Pero para eso hemos venido. Hoy comeremos tarde. 

Todo aquel que monte en bicicleta sabrá que a un ciclista "le pierde la boca". Tanto para lo bueno como para lo malo. Cuántas veces hemos escuchado eso de "no hay huevos para llegar a....". Y vas, pegándote una paliza, pero vas. Pues hoy se produce otra esplendida frase ciclista. Se me ocurre decir que las vistas de la playa desde el mirador del casco antiguo de Nazaré, situado sobre el acantilado, deben de ser espectaculares. Y en ese instante, una voz de ultratumba emana de la garganta de Fran y suelta eso de " ¡yo ahí no subo NI DE COÑA!". Ingenuo, no sabía que la cruz ya la tenía sobre su frente y el karma le iba a pasar factura.

Proseguimos recorriendo todo el paseo marítimo y dejamos atrás la playa teniendo que subir una empinadísima calle. Aprovechamos al principio para volver a sellar la credencial en otra Oficina Postal, y recorremos el resto de esa calle empujando la bicicleta. Un buen calentón. Superado el cuestón, seguimos subiendo y nos introducimos en el casco antiguo de Nazaré, apareciendo junto al mirador al que no íbamos a subir "ni de coña". Sin comentarios.


Playa de Nazaré





Cuando disfrutamos de este paisaje, sabemos que el esfuerzo a merecido la pena. Ahora toca seguir, dejando esta turística localidad y dirigiéndonos a nuestro destino por una larga recta algo alejada de la costa. Cuando volvemos a la costa, otra preciosa playa nos llevamos de recuerdo, la playa de Paredes de Vitoria.





Otra larga recta y llegamos al final de la etapa en el tranquilo pueblo de San Pedro de Moel. Otro pueblo turístico pero sin el bullicio de la gente de vacaciones. Hoy nos alojamos en el Hotel Verde Pinho. Habitación triple con terraza y baño incorporado, garaje para guardar las bicicletas y un espacio para lavarlas. Ideal para un bicigrino. 



San Pedro de Moel 




Después de una merecida ducha, y por recomendación del dueño del hotel, nos vamos a comer al pueblo y aprovechamos la tarde para recorrer su pequeña playa y comprar algo para cenar. 


San Pedro de Moel







Buena elección la de este hotel. Mucha amabilidad y facilidades por parte del personal. El necesario lavado de las bicicletas ha venido muy bien para continuar con garantías. La tranquilidad que se respira en su interior, por la poca afluencia de huéspedes, nos viene muy bien. Cerramos un bonito día tras visitar bonitas localidades de la costa portuguesa. Las piernas empiezan a sufrir el esfuerzo. Vamos a descansar para mañana afrontar una larguísima etapa.



DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 79,40 km
Tiempo total invertido: 6 h 29' 59''
Tiempo en movimiento: 4 h 49' 59'' 
Tiempo detenido:   1 h 40' 00'' 
Velocidad media en movimiento: 16,40 km/h
Velocidad máxima: 54 km/h
Altitud mínima: -12 m.
Altitud máxima: 164 m.
Desnivel acumulado ascendiendo: 976 m.
Desnivel acumulado descendiendo: 932 m.



DECÁRGATE EL TRACK


PERFIL ALTIMÉTRICO



PLANO DE LA ETAPA



VIDEO VIRTUAL DEL RECORRIDO

Relive 'Morning Sep 19th'

No hay comentarios:

Publicar un comentario